desde mi cerro

Desde lo alto de mi cerro

Ver la luz, oir el silencio, envolverme de aromas y sentir la calma es lo que pido a mi soledad. Cuando subo al cerro y cada día me enfrento con ella con el lenguaje de la reflexión dialogamos. Le pregunto por la vida y por el hombre y le hablo de sus luces y sus sombras, de sus miedos y temores. Ella sin apenas estremecerse me contesta: a nada teme el hombre , ni siequiera cuando cada uno manifiesta tener miedo a su soledad, su miedo, me dice, es a si mismo porque sólo cuando están conmigo se encuentran frente a si.

Publicado por fernando fernández mansilla

Sobre la piedra que custodia el Pino Grande me siento a despedir el sol de la tarde. Todos los sonidos del campo van cambiando como si fueran la música de fondo que se prepara para el acontecimiento. Se aprecia una paz y una calma que envuelven. En mis reflexiones bajo al mundo y percibo desasosiego, prisas, agobios, falta de tiempo, ... veo la vida como un correr hacia adelante, consumimos el tiempo que se escapa entre las manos. Nadie puede parar porque es perder el tiempo. Y desde la calma y el sosiego, en mi despedida al Sol, me pregunto: ¿cuándo aprenderemos a " perder el tiempo ".?

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miércoles, 19 de diciembre de 2007

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