A Paco Nieto, mi amigo… ya,
recuerdo en el tiempo.
Mi querido amigo:
He dejado pasar unos días desde tu marcha para aceptar y
convencerme de que ya no estás, de que
te fuiste sin avisar. Después de todo, para este viaje, es mejor no despedirse
y evitar sufrir un largo y agónico adiós…
Me alegro por ti. Pero ha sido una inesperada
marcha para todos.
El tiempo es inexorable, como el agua del rio, sigue su
curso y no puede retroceder. Nuestro tiempo es la vida y sólo podemos volver
atrás con el recuerdo. Tú, Paco, te has hecho recuerdo.
A medida que
permanecemos en esta vida se nos alarga el tiempo y se nos va llenando de años.
Vemos con tristeza cómo muchos seres queridos, con los que hemos compartido
parte de nuestro viaje, se van marchando. Y qué verdad es aquello que nos cantó
Alberto Cortez de que “cuando un amigo se
va queda un espacio vacío”. Pero es verdad que nuestra alma, a fuer de los años, curtida por tantos espacios
vacíos, va rellenando esos huecos con el
recuerdo de esas personas, con los momentos vividos con ellas, con vivencias que compartimos, tristezas y
alegrías… Y con todo esto, ese espacio que quedó vacío se llena, lo
incorporamos a nuestra propia vida y pasa a formar parte de nuestro propio ser.
A fin de cuentas, qué somos sino seres modelados por nuestras propias vivencias
y las influencias de todos los que nos acompañan en este viaje.
Querido amigo, mi personal homenaje hacia ti es, reconocer al
amigo y dejar constancia de que tu paso
por aquí no fue en balde.
Todos, en algún momento, nos preguntamos cuál es el sentido
de la vida y cuál es nuestra misión en ella. Hay una parte personal, íntima que
responde a nuestras propias convicciones
y esta no se suele conocer. Pero en algunas
personas, como tú, sì hay una parte pública y conocida. Tenías una afición y
una idea y de ahí desarrollaste un proyecto Tú sí hiciste algo por nuestro
pueblo, dejaste algo de ti. Y como todo aquel que tiene una idea y la
desarrolla puede tener aciertos y errores.
Pero nuestra imperfección nos hace más humanos.
Formábamos un equipo y forjamos buenas amistades. Siempre
he comentado con orgullo que debido aquellos años en los que dedicamos nuestras
vidas a la causa pública, acabamos siendo grandes amigos.
Paco presenta por entonces sus proyectos para el deporte, su
gran afición, y me di cuenta de que había dos ideas fundamentales en él: su
preocupación por el deporte infantil y juvenil y, como dicen ahora algunos
políticos en ese lenguaje de nuevo cuño, “la puesta en valor” de nuestro pueblo
a través de un acontecimiento deportivo.
Así nacieron algunos de los clubes de fútbol que fundó en
infantiles y juveniles, “mejor educarlos
y formarlos en el deporte que les evite otras cosas…” me decía. Desde su
responsabilidad como Delegado de Deportes siempre tuvo la preocupación de
apoyar al deporte infantil y juvenil. Así organiza diversas actividades
deportivas en los diferentes ámbitos
como ciclismo, maratón urbano, pruebas de atletismo, etc. que otros, más conocedores
del deporte que yo, están dando con más detalles. El nombre de “La Encina” al pabellón deportivo en San Roque se debe a
su iniciativa y así lo aprobó el Ayuntamiento. Allí cada año organizó un trofeo de futbol sala,
que alcanzó gran popularidad.
Y la segunda idea la llevó a cabo organizando un trofeo
internacional de futbol juvenil de equipos de primera división en el que
intervendrían clubes como Real Madrid, At. De Madrid, Barcelona, Betis.
Sevilla, Sporting de Lisboa, Benfica, Oporto, etc. Fue un sonado éxito el “Trofeo
Juvenil Villa de Guareña”, no sólo por los partidos, en los el campo rebosaba
de público local y forastero, sino por las diversas actividades que se organizaban
en su entorno. Pasaron por Guareña los mejores árbitros de primera y futuras
figuras del futbol nacional e internacional
Tuvo una gran repercusión la idea. Guareña durante los
meses de agosto de cada año salía casi a diario en los periódicos regionales y
alguna que otra vez, en los nacionales. También lleno páginas en la prensa
deportiva nacional. Fue una gran
expectación la que produjo este trofeo. Todo un éxito que te debemos, amigo
Paco.
Tu paso no ha sido en balde. Gracias, Paco, por tu trabajo,
por tus ilusiones, por tus proyectos deportivos para los niños de entonces y
hombres de hoy y sobre todo por haber
sido mi amigo.
¡Ah!, amigo Paco, iré una tarde al Coto a tomar un café
cuando acabe el encierro al que nos tiene sometido esta pandemia. Pediré dos
.El segundo será el tuyo… Así cumpliré la promesa que te hice no hace mucho de
acercarme una tarde al Coto a tomar un café contigo y charlar un rato de lo
divino y de lo humano. Un abrazo.
Fernando Fdez. Mansilla
Mayo 2020