Esta necrológica la publico con veinte días de retraso. La escribí para publicarla en Hoy Guareña en su edición en papel. Alguien puede haberla leído en el facebook o la web del periódico. Problemas de espacio en la edición en papel me obligaba a reducir considerablemente el trabajo por lo que decidí publicarla a través de mi blog.
Muere María Luisa Chamizo Cordo
La hija mayor de nuestro poeta Luis Chamizo ha muerto en Sevilla el día 20 del pasado mes de marzo.
Por Fernando Fdez.
Mansilla.-
El
día 2 de este mes de abril llegaron a Guareña sus restos. Se celebró una misa
funeral en Santa María a la que asistieron sus familiares, autoridades
municipales, representantes del Colegio de Nuestra Sra. de los Dolores, de la
Asociación Cultural Luis Chamizo y algunos amigos de Guareña. Posteriormente sus
cenizas fueron trasladadas al Cementerio Municipal y depositadas junto a los restos de su padre,
Luis Chamizo, como era su deseo.
Recuerdo
a María Luisa en su visita a Guareña con sus hermanas y familiares. Iba a
celebrarse el Primer Centenario que
promovía el Ayuntamiento por el nacimiento de su padre, el poeta Luis Chamizo. Fue
Marisa Rodríguez Pino, delegada municipal de cultura, la responsable y “alma
mater” del evento, quien me presentó a dos
de las hijas de Luis Chamizo: María Luisa y María Virtudes. Emoción especial
sentí al saludar a estas dos hijas de mi admirado poeta. Hasta ese momento no
había tenido ocasión de conocer a nadie tan cercano a él. Anochecía aquel 2 de junio; yo me encontraba en el Pabellón Municipal donde al día
siguiente se iban a celebrar los actos tras
la proclamación de Chamizo como hijo
predilecto de Guareña en el Ayuntamiento. Yo era el primer interviniente con
una semblanza poética sobre su vida y su obra y quería ver el lugar y el
entorno en el que me ubicarían.
Aquel acto lo presentó, como posteriormente
otros, mí querido amigo Ángel Valadés y cerraba la noche mi otro amigo, no
menos querido, Antonio Martín Pérez, quien recitó a Chamizo. No figuraba en el programa
la asistencia de ninguna representación de la Junta de Extremadura, pues tras
las gestiones con la entidad no se le aseguró a la organización del Centenario la
posible asistencia de algún delegado. Una gestión de Ángel Valadés consigue la
presencia del que fuera vicepresidente de la Junta (1989-1993), D. Antonio
Ventura Díaz, quien cerró el acto y concluyó su intervención con estas palabras
: “… después de haber vivido este
homenaje de su pueblo al poeta Luis Chamizo, hoy me siento más orgulloso de ser
extremeño”.
Desde
la Delegación de Cultura se organizaron magníficamente los actos, que fueron
muchos y brillantes. Colaboraron diversas asociaciones locales y de forma
inestimable la propia familia.
Marisa
Rodríguez en varias ocasiones visitó a
María Luisa Chamizo en su casa de Sevilla. Era la mayor de las hermanas y la
más próxima a Guareña. Primero, para
comunicarle la idea del homenaje y segundo, a través de ella, poder contactar
con el resto de sus hermanas y demás familia. También quería obtener conocimiento
de hechos inéditos, anécdotas, etc. sobre la vida de su padre que ensalzaran su
figura como hombre y como poeta. Recuerdo cómo en una de esas visitas, María
Luisa Chamizo manifestó a Marisa Rodríguez, un deseo, el mismo que su hija
Marisol Zelaya Chamizo nos ha trasmitido, que no era otro sino el de que sus
restos reposaran junto a los de su
padre.
Hoy María Luisa Chamizo descansa con un deseo
cumplido: reposar al lado de su padre. Allí depositó su hija Marisol sus restos. Una jara
al pie de la tumba, traída del mismo Valdearenales para su padre, la ha
recibido con sus flores blancas de cinco llagas abiertas anunciándole el
preludio de una nueva vida.
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